La lectura de la Áurea, como todo aquello que hemos incluido en el cajón de sastre de lo parapsicológico, despierta controversia. Hay quienes piensan que no es más que una ilusión, mientras otros lo toman como una guía. Lo cierto es que la lectura de la Áurea nos facilita información sobre nosotros mismos y sobre nuestros bloqueos. Nos ayuda a tomar decisiones sobre nuestra vida.
La áurea es una expresión de la energía que emana de nuestro cuerpo. Una aureola que cambia de color en función de nuestras características personales y de nuestro estado de ánimo.
No es fácil de percibir. De ahí el carácter místico que se le asocia. El que la gente no la podamos apreciar con facilidad no significa que no exista. Decía Einstein que la luna existe con independencia de que la veamos o no. Que los cuerpos de los seres vivos son centros energéticos es una evidencia física incuestionable. El estudio de la Áurea supone, por tanto, un campo de conocimiento por explorar.
Para introducirnos en este campo hemos querido hablar con Vanessa Alves, coach profesional y directora de Life Transition, un gabinete que ofrece sesiones de asesoramiento y coaching para empresas, organismos públicos y particulares. Entre sus múltiples servicios se encuentra el de la lectura de la Áurea. Vanessa opina que hay mucho de nosotros que no podemos ver con los ojos físicos. La lectura de la áurea nos permite acceder a esa información invisible.
Veamos un poco más que es esto de la áurea y cómo nos puede ayudar su lectura.
¿Qué es la Áurea?
Un artículo publicado en el periódico argentino Clarín define la áurea como la energía que emana de nuestro cuerpo.
La áurea es un tema que ha apasionado al hombre desde la antigüedad. La imaginería cristiana ha representado siempre las imágenes sagradas con una aureola dorada sobre la cabeza. Se supone que esto representaba la áurea divina. Algo que la religión asociaba con el alma.
En 1939, un grupo de científicos inventaron la cámara Kirlian. Una cámara que buscaba fotografiar la áurea de las personas. Al revelar las fotografías, sobre la cabeza del modelo aparecía, una sombra más o menos clara, que representaba su áurea. Con el tiempo se descubrió que aquello no era más que un efecto óptico, producido por la aplicación de un alto voltaje eléctrico.
En la década de los 80, la Universidad de Stanford, en California, descubrió el exposoma. Una nube de elementos químicos y microorganismos que orbitan en torno a nosotros y que nos acompañan al movernos. Esto se debe a que nuestro cuerpo crea alrededor suyo un campo electromagnético que atrae determinadas partículas.
Vanessa Alves señala que la lectura de la Áurea incluye la de los 7 chakras. Los principales nódulos o puntos de energía del cuerpo. Estos se encuentran: uno en la base de la columna vertebral, otro en la zona pélvica, otro junto al ombligo, otro en el pecho, junto al esternón, otro en la garganta y otro en el entrecejo. Lo ideal sería que los 7 chakras se encontraran alineados.
La tradición hindú asigna a cada uno de estos nódulos una relación especial con un plano de la vida. Así, por ejemplo, el chakra del entrecejo, llamado “Añakía”, hace referencia al entendimiento. Mientras, el chakra de la garganta, conocido como “Vishuda” se refiere a la comunicación y a nuestra capacidad para expresarnos.
Estos chakras se interrelacionan entre sí, permitiendo que la energía fluya por el cuerpo. Un estudio detallado de los mismos puede indicarnos su estado. Si está abierto o cerrado. Advirtiéndonos, por tanto, de posibles bloqueos o problemas a solucionar.
Los tipos de áurea.
Digamos que la áurea sería como la radiografía de nuestro estado energético. Esta presenta un color, que por lo general no se manifiesta en estado puro, por lo que requiere una interpretación. El color es variante y está influido por nuestras características personales, por nuestro estado de ánimo y por la forma en la que nos enfrentamos a determinadas coyunturas de la vida.
La espiritualista norteamericana Jennifer McVey expone en la página web Wiki How el significado del color de la Áurea. Estos son algunos ejemplos:
- Áurea roja. Es propia de personas enérgicas, entusiastas, temperamentales y competitivas. Evidencia una alta concentración de energía enfocada en la consecución de una meta. Son personas francas y directas, pero que compiten con los demás o contra las circunstancias por ser los primeros en alcanzar un propósito.
- Áurea azul. Es una Áurea que manifiesta un cierto equilibrio entre la cabeza y el corazón. Entre los deseos y la lógica. Son personas analíticas, reflexivas, intuitivas y organizadas. Suelen intervenir como mediadores en conflictos y pueden ser individuos inspiradores que ayuden a los demás a superar problemas.
- Áurea Verde. Según los lectores de la Áurea, las personas que presentan una Áurea verde suelen ser extremadamente creativas. Es una Áurea que promueve la inclinación a las actividades artísticas. Son individuos trabajadores, autoexigentes y perfeccionistas, sobre todo en lo que se refiere a la materialización de sus concepciones estéticas.
- Áurea Rosada. Se suele corresponder con personas cariñosas, empáticas, generosas y románticas. Suelen ser fieles a sus parejas, familiares y amigos; y tienden a ser unos estupendos anfitriones, ya que se preocupan de que todo el mundo se sienta a gusto. También se suelen revelar ante las injusticias.
- Áurea dorada. Este es el color que la tradición cristiana ha asociado a los santos, como una expresión de bondad y un ejemplo moral para el resto. Sin embargo, los especialistas en lectura de la áurea indican que las personas que tienen esta áurea es probable que sean orgullosos, independientes y obsesivos. Tendentes a ganarse la atención y la admiración de los demás.
- Áurea marrón. Esta áurea está asociada al abatimiento, al cansancio, a la confusión y a la falta de confianza. Cuanto más oscura sea la áurea, más afectada se encuentra la persona con relación a ideas y sensaciones negativas. Una áurea marrón oscuro denota decepción y resentimiento.
- Áurea negra. Que un individuo manifieste una áurea negra no significa que se una mala persona. Puede ser que esté pasando por una enfermedad grave o que se halle inmerso en una depresión. Otras veces, esta áurea nos advierte de mentalidades dominadas por el odio.
Para qué sirve la lectura de la áurea.
La lectura de la áurea es una herramienta interesante que nos puede ayudar a resolver problemas o a salir de situaciones en las que nos encontramos estancados, sin saber por dónde avanzar.
A menudo los problemas los vemos como una gigantesca mole que no entendemos cómo encararlos. Esto nos paraliza tanto física como mentalmente. Fijar prioridades, determinar el primer paso a seguir o detectar la contradicción principal es crucial para poder avanzar.
Es cierto que psicólogos, asesores y coaches de distinto tipo nos pueden dar herramientas útiles en este aspecto. Pero, la lectura de la áurea nos da una información personal. Nos indica cómo nos está afectando física y mentalmente la situación que estamos atravesando. Este análisis detecta donde están los bloqueos. Por tanto, nos señala las áreas en las que tenemos que trabajar para poder dejar atrás ese episodio que nos angustia.
Puede ser que nuestra manera de ver las cosas, nuestras ideas, nuestro punto de vista no sea aceptado por los demás. Una lectura de la áurea nos puede indicar que trabajemos mejor el área de la comunicación.
En otras ocasiones tenemos tan cerrada nuestra mente que no comprendemos la realidad. Si no entendemos lo que sucede en nuestro alrededor, no lo podemos transformar. Inconscientemente, nos hemos obstinado en encajar nuestro esquema mental con aquello que realmente sucede. Al trabajar en un plano irreal, nos sentimos impotentes.
Hay veces en las que estamos dando tumbos de un lado a otro, sin echar raíces. Esto no significa que tengamos que asentarnos en un lugar físico. A veces se refiere a comprometernos con personas concretas o con determinados proyectos.
Todo esto es información personal que te proporciona una lectura pormenorizada de la áurea.
Los bloqueos son internos.
Si bien, el hombre es un ser social, que vive en colectividad, relacionándose con otros seres humanos, debemos comprender que la mayor parte de los bloqueos que experimentamos en nuestra vida son internos, no externos. Los convencionalismos sociales y las contradicciones actúan sobre nosotros, principalmente, desde el interior.
Aunque la sociedad ha avanzado mucho, un ejemplo de este bloqueo sería el de una persona que oculta su identidad sexual por miedo a ser rechazado por el entorno. Esto le produce un fuerte malestar, ya que tiene que estar escondiendo cómo es. Al final, la manera de liberarse es lo que popularmente se llama salir del armario. Un paso individual que debe dar la persona por sí misma.
El problema de los bloqueos está a la orden del día. Interfiere en una gran variedad de situaciones. Desde cómo nos relacionamos en el trabajo, hasta cómo abordamos una relación sentimental o un proyecto personal.
No podemos decir que la lectura de la áurea sea una solución definitiva para resolver nuestros problemas, pero sí es una herramienta que nos aporta información valiosa que nos puede ser de gran ayuda.