Mitos vs. realidad sobre el uso de los vapes

Desde que los vapes aparecieron en el mercado con su promesa de ser una alternativa más saludable al cigarrillo que incluso puede ayudar a los fumadores a abandonar el hábito del tabaco es mucho lo que se ha dicho sobre ellos. Hay escépticos que dudan de su eficiencia, están los que dicen que incluso pueden llegar a ser más peligrosos que el tabaco y también están los que lo consideran una de las últimas maravillas del mercado para fumadores.

Lo que si, es que hay muchos mitos alrededor de este invento, los cuales hay que develar para poder hacernos una opinión realmente acertada. Para ayudarte, hemos consultado con los expertos en materia de Vapes Desechables y aquí todo lo que nos contaron

Mito 1 – El vapor podría ser peligroso para los vapeadores pasivos

No hay nada mejor para esclarecer un mito que basarnos en estudios y pruebas concretas sobre los verdaderos hechos. Por ejemplo, en este caso, el experto en toxicología de la Universidad de Drexel, Igor Burstyn, llegó a la conclusión de que en verdad no existe riesgo para los vapeadores pasivos cuando respiran el vapor de los cigarrillos electrónicos:

“La exposición de los vapeadores pasivos son probablemente mínimas, por ello no revisten en apariencia de importancia”

Peering through the mist: systematic review of what the chemistry of contaminants in electronic cigarettes tells us about health risks 

Mito  2 – Vapear puede afectar los pulmones

Los estudios en materia aún no han encontrado efectos dañinos para los pulmones a partir del uso de vapes. De hecho, más bien el doctor Polos hizo un estudio que le permitió encontrar que para los fumadores asmáticos, pasarse al vapeo representó una mejora para sus funciones pulmonares:

“El cigarrillo electrónico puede ayudar a los fumadores con asma a reducir el consumo de cigarrillos o a dejarlo, y por lo tanto a reducir las molestias de los síntomas del asma relacionados con el tabaco.

Los hallazgos positivos observados con los cigarrillos electrónicos nos permiten avanzar la hipótesis de que estos productos pueden ser valiosos para dejar de fumar y/o reducir los daños en pacientes fumadores con asma”.

Effect of Smoking Abstinence and Reduction in Asthmatic Smokers Switching to Electronic Cigarettes: Evidence for Harm Reversal

Mito  3 – La nicotina sigue siendo adictiva

Otra gran preocupación en aquellas personas que aún no terminan de aceptar el uso de vapes es que siguen teniendo nicotina, que es lo que es más daño hace el organismo y lo que despierta la adicción en los fumadores.

La nicotina, por supuesto, no es tan adictiva como la heroína u otras drogas, de hecho, muchos expertos dudan si de verdad esta tiene algo que ver con el desarrollo de una adicción en sí.

En este sentido, el experto francés, doctor Etter, encontró el vapeo mucho menos adictivo que fumar y mucho más cercano a los productos terapéuticos de reemplazo de nicotina:

“Algunos usuarios de cigarrillos electrónicos eran dependientes a cigarrillos electrónicos con nicotina, pero estos productos eran menos adictivos que los cigarrillos de tabaco.

Los cigarrillos electrónicos pueden ser tan adictivos o incluso menos que los chicles de nicotina, los cuales no son muy adictivos”.

Dependence levels in users of electronic cigarettes, nicotine gums and tobacco cigarettes 

Mito 4 – Los cigarrillos electrónicos están repletos de formaldehídos

Probablemente has oído hablar de los formaldehidos encontrados en un estudio que se hizo con estos dispositivos y que  afirmaba que eran niveles bastante peligrosos para la salud.

Lo que de seguro no sabes es que hay más de un estudio que refuta este hallazgo. Entre ellos podemos mencionar al del doctor Konstantinos Farsalinos en el que se explicaba que los otros investigadores utilizaron máquinas que reproducían el acto de fumar para producir lo que los vapeadores llamamos “dry puffs” (caladas con sabor a quemado), que ningún vapeador inhalaría:

“De hecho, tal prueba de los cigarrillos electrónicos no es muy distinta a quemar la comida hasta el punto de convertirla en un pedazo incomible de carbón y después asumir que los consumidores se la comerían y estarían expuestos a los componentes cancerígenos resultantes en su rutina diaria.

Se debe aceptar que los cigarrillos electrónicos son menos dañinos que fumar, tal omisión puede resultar en la malinterpretación involuntaria de los fumadores que les lleve a pensar que hay poco que ganar al pasarse a los cigarrillos electrónicos”.

E-cigarettes emit very high formaldehyde levels only in conditions that are aversive to users: A replication study under verified realistic use conditions

Mito 5 – Los sabores dulces de los líquidos van dirigidos a los jóvenes

Aunque si es verdad que los sabores dulces, por ser más suaves y para todo público son más consumidor por el público joven, esto no quiere decir que sean diseñados solo pensando en ellos. Son diseñados para todo tipo de fumador, de la edad que sea, y que justamente estén buscando alejarse del sabor y el aroma a tabaco que tanto los conecta con su adicción al cigarrillo. De hecho, apostar por vapes con estos sabores y aromas está muy ligado al éxito al intentar dejar de fumar cigarrillo.

Mito 6 – Vapear es igual de tóxico que fumar

Muchos estudios, como el realizado por el doctor Maciej Goniewicz, han demostrado que los tóxicos presentes en los vapes están a niveles muy, muy inferiores de los que se encuentran en los cigarrillos:

“Tras pasar del tabaco a los cigarrillos electrónicos, la exposición a la nicotina permanece igual, mientras que la exposición a distintos cancerígenos y tóxicos se ve sustancialmente reducido”

Mito 7 – Vapear no te va a ayudar a dejar el cigarrillo

Es verdad que no hay una formula mágica para salir de una adicción, por lo que sería mentir si se dice que el vapeo te hará abandonar el cigarrillo. Lo que si se ha demostrado, por medio de diversos estudios, es que es un canal, o llamémoslo una herramienta, para ayudarnos a hacerlo, solo que además tiene que intervenir la fuerza de voluntad y el compromiso del fumador, además de un cambio en el estilo de vida que propicie el término de la adicción.

De hecho, Shu-Hong Zhu utilizó datos del Censo de Estados Unidos para mostrar que el vapeo ayuda a más fumadores a dejarlo, y que los fumadores que vapean tienen éxito a la hora de dejarlo más a menudo:

“El uso de cigarrillos electrónicos estaba asociado tanto a la alta tasa de individuos que dejan de fumar, como a nivel de población; llevando a un aumento del número general de personas que lo dejan”

E-cigarette use and associated changes in population smoking cessation: evidence from US current population surveys

Mito 8 – Vapear es un puente hacia la adicción al cigarrillo

En el caso contrario, para aquellas personas que no son asiduas al cigarrillo, se dice que vapear podría ser una forma de terminar en las garras de la adicción al tabaco; cuando lo cierto es que más bien puede ser una buena forma de que las personas disfruten de la experiencia de la inhalación, sin tener nunca la curiosidad de acudir al consumo de tabaco:

“Mientras que existen investigaciones que apoyan ambas partes del argumento, concluimos que, en la actualidad, los jóvenes que utilizan cigarrillos electrónicos son menos probables que aumenten la cantidad de futuros consumidores de cigarrillos.

¿Es posible que podamos hacer el pastel y también comérnoslo? Tal vez, especialmente si las políticas intensivas sensatas de reducción de daños pueden ganarse un lugar en los modernos esfuerzos sobre el control del tabaco”.

Adolescents and e-cigarettes: Objects of concern may appear larger than they are – Lynn Kozlowski y Kenneth Warner

Mito  9 – Vapear es tan malo como fumar

 

Muy parecido al mito número 6 están aquellos que creen que, en general, la experiencia del vapeo es tan mala como la de fumar. Pero, la verdad es que un grupo de reputados investigadores británicos y americanos encontraron que los fumadores que se pasan al vapeo reducen drásticamente los riesgos para su salud:

“El uso a largo plazo de terapias de reemplazo de nicotina y de cigarrillos electrónicos, aunque no el uso conjunto de terapias de reemplazo de nicotina o cigarrillos electrónicos con cigarrillos de combustión, está asociado con una notable reducción de los niveles de cancerígenos y toxinas encontradas relacionadas con el consumo de cigarrillos de combustión”

Nicotine, Carcinogen, and Toxin Exposure in Long-Term E-Cigarette and Nicotine Replacement Therapy Users: A Cross-sectional Study – Lion Shahab, PhD; Maciej L. Goniewicz, PhD; Benjamin C. Blount, PhD; Jamie Brown, PhD; Ann McNeill, PhD; K. Udeni Alwis, PhD; June Feng, PhD; Lanqing Wang, PhD; Robert West, PhD

Mito 10 – El vapor conlleva un riesgo de sufrir cáncer

Contraria a la creencia de que el vapeo nos pone en riesgo de desarrollar cáncer, un  estudio de un investigador de la Universidad de St.Andrews (Reino Unido), el doctor Michael Siegel, midió el potencial cancerígeno del vapor de estos dispositivos y encontró que el riesgo de cáncer para vapeadores es bastante bajo, casi de menos del 1% del riesgo de fumar e incluso comparable con el de los productos de terapia para el reemplazo de la nicotina.

 

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