Dulces de Halloween

Yo soy de esas personas que cuando encuentra una excusa para hacer algo especial la agarra con fuerza y no la suelta hasta que consigue lo que se propone, y no lo digo en el mal sentido, sino por las ganas de vivir que tengo, sobre todo ahora que tengo una niña pequeña en casa que quiero que disfrute todo lo que pueda y más.

Hay quien necesite hacer un viaje por todo lo alto, o por lo menos hacer un viaje a secas, para sentir que es un momento especial. Hay quien se va a un lujoso restaurante o quien prefiere reservar en un Spa y contratar dos o tres tratamientos depurativos con masaje para salir como nueva/o y enfrentarse a una nueva semana en el trabajo. Yo no, yo solo me emociono con la idea de hacer algo diferente, aunque no sea tan diferente como otros puedan pensar, y pasármelo bien, ya sea en familia o con amigos.

Por eso adoro cualquier evento o festividad que se lleve a cabo en nuestro país, o en nuestra localidad si hablamos de fiestas provinciales por ejemplo, porque cualquier día especial me da la excusa perfecta para organizar algo original o sentirnos únicos por un momento.

Este Halloween tengo el plan perfecto ya ideado. Como todos sabéis, el día 1 de noviembre es festivo por ser día de Todos los Santos en España y este año da la casualidad de que Halloween, día 31 de octubre, cae domingo así que vamos a tener todo el día para hacer actividades.

Mi idea es la siguiente. Por la mañana nos levantaremos y prepararemos la cocina para hacer unos dulces escalofriantes riquísimos (luego os pongo las recetas). Podríamos preparar también recetas saladas pero en esta ocasión me voy a decantar por lo dulce porque a mi hija le hará más ilusión y, además, el resultado es mucho más visual. Luego, a comer a casa de los abuelos, para pasar un buen rato en familia, y la siesta por supuesto. Eso sí, cuando nos levantemos de la siesta hay que disfrazarse, y este año toca de bruja piruja (muy clásico, lo sé, pero nunca pasa de moda). Y es que en diferentes plazas de la ciudad hay un montón de actividades organizadas para los más pequeños y mi intención es que mi hija se lo pase bomba esa tarde.

A la hora de la cena pediremos algo para traer a casa, un Just Eat nos vendrá bien, porque no tengo ganas de enfrascarme de nuevo en la cocina, y después de cenar nos ponemos los pijamas, bajamos la luz, y veremos una de las mejores películas infantiles terroríficas de todos los tiempos: “Casper”, por supuesto, mientras degustamos los dulces que preparamos por la mañana.

¿Es o no es un plan fantástico en familia?

Quizás haya quien piense que es un plan aburrido, que en realidad es solo cocinar, pasear y ver una peli en casa, pero yo creo que es un plan fantástico aunque para verlo, para disfrutarlo de verdad, tienes que meterte de lleno en la idea de Halloween y en pensar que todo va a ser especial, único y original.

Recetas dulces Halloween

Antes de nada quiero dejar claro lo siguiente: en casa intentamos cocinar de la forma más sana posible y comer equilibradamente por lo que cuando hablamos de hacer dulces de Halloween, o de Navidad, o de Pascua, tal vez no son los mismos dulces a los que la mayoría estáis acostumbrados pero os puedo asegurar que si os animáis a probarlos comprobaréis que están riquísimos. Diferentes sí, menos empalagosos también, pero riquísimos al fin y al cabo.

Tarta de fantasmas

Para cocinar esta fantasmagórica tarta te hace falta muy poco en casa: almendras picadas, harina integral de trigo, nata para montar, un yogur natural, huevos y miel.

La base es muy sencilla, solo tienes que cocinar un bozcocho de almendras clásico, de toda la vida. La única diferencia que hacemos en casa es que en lugar de azúcar usamos esta miel ecológica y en lugar de comprar almendras de supermercado nos aseguramos de comprar almendra marcona cruda online porque siempre intentamos que los productos que utilizamos sean lo más naturales posibles.

Si sois veganos en casa y no podéis usar huevos os aconsejo echar un ojo a los dulces de Crudicakes porque podéis sacar alguna idea deliciosa y sana.

Una vez tengáis el bizcocho preparado os aconsejo amelarlo para que esté suave y jugoso. Se puede amelar con agua y azúcar o con licor y azúcar pero nosotras, como vamos a lo sano, hacemos lo siguiente:

  • Dejamos unos dátiles en agua 24 horas. Pasado ese tiempo, les quitamos el hueso y los trituramos, con un poco de esa agua (no mucha) hasta que quede una pasta espesa de dátil lista para utilizar.
  • Calentamos un vaso de agua hasta que hierva y añadimos esa pasta de dátil. Luego bajamos el fuego un poco y empezamos a remover hasta que la pasta que haya mezclado bien con el agua y quede un líquido más o menos uniforme.
  • Esperamos a que se enfríe y luego lo echamos sobre el bizcocho hasta que empape bastante y dejamos reposar.

Ahora que ya tenemos el bizcocho preparado y amelado toca el turno de preparar la nata. Montar la nata es bien sencillo: batir, batir y batir. Obviamente, es mucho más sencillo si en lugar de hacerlo a mano montar la nata con una batidora o un instrumento similar. Ahora bien, esa nata no está dulce y hay que endulzarla un poco así que toca echarle un chorrito de miel ecológica, no demasiada, y seguir batiendo hasta que monte completamente.

Y toca el momento decoración. Cubrid todo el bizcocho con una capa de nata montada generosa y uniforme. Una vez tengáis esto hecho empezar a hacer torres de nata en la parte superior de la tarta, como cuando vamos a la playa y dejamos caer arena mojada haciendo churritos, y la forma resultante os recordará a las estalagmitas de las cuevas. Luego, sobre esas estalagmitas colocar dos pepitas de chocolate a modo de ojos y tendréis una tarta llena de fantasmitas.

Piruletas fantasma

Y siguiendo con la temática de los fantasmas podéis hacer esta receta sencilla y sana que está deliciosa. Cortad varias bananas por la mitad (o plátanos) y clavarles un palo por el centro en la parte partida dejando la punta intacta. Después preparad un chocolate blanco derretido para bañar los plátanos o bananas en él y colocadles un par de ojos que, de nuevo, se harán con dos pepitas de chocolate negro. Deliciosas.

Gusanos de gelatina

Para hacer esta receta solo necesitáis un sobre de gelatina de fresa sin azúcar (o con azúcar según gustos) y las clásicas pajitas (o cañitas) de refresco. Preparad la gelatina al gusto y reservad. Luego debéis tapar un lado de las pajitas con papel albal o papel de cocina y, posteriormente, rellenáis las pajitas con la gelatina líquida. Dejadlas luego en la nevera unas tres horas y después desmoldar la gelatina (os recomiendo cortar las pajitas con cuidado para sacarla). El resultado será un escalofriante y asqueroso plato de gusanos de gelatina de fresa.

Brochetas monstruosas

Esta receta es también muy sencilla, solo necesitáis frutas y una manga pastelera de boca muy fina rellena de chocolate (nosotras usamos negro al 85% sin azúcares añadidos).

Partid trocitos cuadrados de frutas y pincharlos con un palo a modo de brocheta. Si partis kiwis podéis decorar ese trozo de fruta con la manga pastelera y el chocolate añadiendo un par de ojos y una boca de cicatriz, será Frankenstein. Si partir trozos de naranjas podéis decorarlos como si fueran calabazas y si ponéis fresas bastará con hacerles una cara fea ¡Viva la imaginación! Será un dulce sano y delicioso terroríficamente divertido.

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