Creemos firmemente que mucha gente en España se sorprendería con la cantidad de paisajes extraordinarios que existen en el interior de nuestras fronteras. Tenemos muy idealizada la playa y ojo, que no está nada mal. Pero sí que es verdad que muchas veces, la playa monopoliza todo lo que tiene que ver con las vacaciones y el descanso estival que todos y todas necesitamos. A veces, es imprescindible que tengamos en cuenta los enormes paisajes que hacen de nuestra tierra un lugar tan especial. Y, en este artículo, vamos a hacer referencia a alguno de ellos.
Vamos a centrarnos, en concreto, en un tipo de paisaje: el que tiene que ver con la pizarra, un material más habitual de lo que pensamos en España y que nos deja lugares preciosos, muchas veces no conocidos para el gran público pero que poco a poco van ganándose un hueco entre los sitios a los que hay personas que deciden rendir visita. La verdad es que las sensaciones de la gente que visita pueblos donde el materia más habitual es la pizarra son buenas: se destacan cuestiones como la tranquilidad y la robustez de los edificios.
Un buen ejemplo de lo que estamos comentando lo proporcionan los llamados pueblos negros de Guadalajara, en los que la inmensa mayoría de las casas están hechas con pizarra. Una pequeña crónica publicada en la página web Los Viajes de Margalliver comentaba algunos aspectos de una ruta realizada por este entorno tan fantástico, como la belleza del paisaje o la gastronomía de la zona, que también es otro de sus grandes alicientes. Se destacaba, entre otros, el municipio de Valverde de los Arroyos, que era considerado como el más bello de todos. Desde luego, si tenéis oportunidad de ver imágenes del municipio y viajar allí, comprobaréis a la perfección de lo que estamos hablando.
Otro de los grandes municipios que podemos destacar a este respecto es el de Patones de Arriba. De él habla una noticia publicada en el portal web misviajesysensaciones.com. El municipio está situado en la zona nordeste de la provincia de Madrid y, según se indica en el artículo, fue declarado Bien de Interés Cultural. Viendo alguna de las fotografías que nos deja una visita al lugar, la verdad es que no nos parece en absoluto extraño que así sea. Allí, el tiempo parece haberse detenido por completo.
Viajar a sitios en los que la pizarra sea protagonista es una apuesta bastante interesante y cada vez más repetida en el interior de nuestras fronteras. En España, hay zonas en las que la arquitectura negra, la que es realizada mayoritariamente por pizarra, es habitual. Los profesionales de Ardoises D’Espagne nos han trasladado que cada vez son más los Ayuntamientos que desean que sus calles y plazas dispongan de edificios de pizarra porque saben de las posibilidades que eso tiene de que llamen la atención de los turistas de cara a sus próximas vacaciones.
Muy típica de cada vez más entornos rurales
La pizarra es característica de entornos rurales. De hecho, es una de las grandes responsables de que muchas zonas rurales hayan empezado a despuntar en lo que tiene que ver con el turismo. Los pueblos negros de Guadalajara o Patones de Arriba, de los que ya os hemos hablado, son buenos ejemplos de ello y lo cierto es que no cabe la menor duda de que hay cientos de pueblos repartidos por toda la Península que buscan seguir sus pasos. La verdad es que los beneficios que eso ocasiona son realmente importantes y, como mínimo, hacen que merezca la pena plantearse una cuestión como la de apostar por la pizarra en las edificaciones locales.
La pizarra, además, se ha caracterizado por ser un material muy resistente, de los que más, tanto para superficies como para tejados. Es por eso también por lo que cada vez es más común en un país como el nuestro. Desde luego, no es para menos. Lo que está claro es que es esa resistencia una de las razones por las que también ha hecho que España sea un gran exportador de este material, del que saca un más que interesante rendimiento económico cada año.
Es evidente que la popularidad de la pizarra solo puede seguir en aumento de cara a los próximos años en España. Hay países, como el Reino Unido, que han agotado todos sus recursos en materia de pizarra pero que siguen necesitando este material. Y ahora es el momento de que España se la distribuya. Eso habla bien de nuestros productores y de todas las empresas del sector, que de paso están haciendo posible que se revitalice el turismo rural en una interesante cantidad de lugares.