A la hora de vestirse, a los niños les gusta verse guapos y sentirse cómodos. Los niños son mejor público para vestirlos que los adultos; sin embargo, no podemos ponerles cualquier ropa. Tienen sus necesidades, sus gustos y su propia personalidad. Aquí te proponemos algunos consejos para comprar la ropa de tus hijos con acierto.
Hablando con los diseñadores de Newness Kids, una marca de moda infantil española que trabaja para tiendas y cadenas comerciales, comentan que a la hora de diseñar ropa para niños tienen en cuenta el patronage, de forma que la ropa sea amplia y cómoda, disponer de una amplia variedad de colores y que el precio final sea competitivo.
En otros tiempos, las madres compraban la ropa dos tallas más grandes para que les sirviera a sus hijos durante varias temporadas. Está claro que los niños están en continuo crecimiento y lo que les viene bien un año, al año siguiente se les puede quedar pequeño. Lo cierto es que cuando nos vestían, a veces parecíamos fantoches.
Otra de las costumbres era heredar la ropa de un hermano mayor o de un primo. No hay nada más frustrante para un niño o una niña que no tener su propia ropa. Parece como si vistieran de prestado.
La ropa tiene más influencia en el estado emocional de los niños de lo que nos pensamos. Les da seguridad y les sube la autoestima, o se la quita. Esto influye en su aprendizaje y en su relación con los otros niños.
Sabemos que renovar el armario de un niño es un gasto importante. Por eso te proponemos 6 consejos para comprar la ropa de tus hijos.
Conoce las tallas.
En España la ropa de niños se talla por edades. Esto tiene un problema, si vas al colegio de tus hijos ves que todos los niños de su clase no son iguales. Aunque tengan la misma edad, hay niños que están muy desarrollados y otros que son más bajitos.
La página web Guía Infantil recuerda que la edad que aparece en la etiqueta de la ropa es orientativa. Se tiene en cuenta en función de la estatura y varía según el fabricante y de unos países o zonas del planeta respecto a otras.
Así, por ejemplo, en Estados Unidos, donde los niños suelen ser más grandes que en Hispanoamérica o en Asía, la ropa es más amplia, aunque tenga la misma talla. Si buscas por internet, seguro que encuentras tablas sobre tallaje y sus equivalencias. Esto nos resulta útil en los tiempos actuales en los que compramos ropa por internet, incluso para los niños.
Antes de comprar la ropa, te recomiendo que midas a tu hijo con un metro. En Europa, la talla de 6 meses se corresponde con una altura de 68 centímetros. Un año se refiere a una altura de entre 74 y 80 centímetros, dependiendo del fabricante. Cinco años es entre 1,04 metros y 1,10.
Personalmente, no soy partidario de comprar la ropa de los niños por catálogo. Prefiero llevarlos conmigo a la tienda y que se la prueben en los probadores. Si te decides a comprarlo por internet, asegúrate de que la tienda online te permite descambiar la prenda sin problemas, en caso de que no le venga bien.
La comodidad es lo más importante.
Así lo señala El Blog Infantil. Aunque vistas a tu hijo de domingo, como decían antes las madres, cuando nos ponían una ropa más elegante de lo habitual, un niño es un niño. Y lo que va a querer hacer es correr, saltar, jugar.
El niño debe usar ropa amplia y elástica, que le permita libertad de movimiento. Es importante usar tejidos naturales como el algodón que facilite una buena traspiración. Debemos asegurarnos de que ninguna parte de la ropa le oprime y que se siente cómodo en todo momento.
Si estamos en invierno y hace frío, debemos ponerle ropa de abrigo que se pueda poner y quitar sin problemas. Los niños son bastante movidos y llega un momento en que la ropa les estorba.
Elegir ropa cómoda para el niño, no solo le permite jugar. También influye en su aprendizaje, en su desarrollo y en su forma de relacionarse con los demás. Algo que fastidia de sobremanera a los niños es que no puedan hacer las cosas que hacen sus amigos porque ellos van vestidos de determinada manera.
Consulta a tus hijos antes de comprar.
Es importante llevar a los niños al comercio para comprar su ropa. Que puedan expresarse libremente y dar su opinión. Que nos digan lo que les gusta y lo que no. Que elijan el color y los diseños.
Esto contribuye a que vayan formando su personalidad, al tiempo que refuerza los vínculos entre padres e hijos. Los dos están pasando tiempo juntos, haciendo una cosa que le importa al niño.
Para los niños, como para los mayores, la ropa es un medio de expresión. Una forma de decirles a los demás como son o cómo quieren que los demás lo vean. A veces, los niños buscan looks parecidos a los que lleva un personaje que han visto en televisión. Porque se sienten identificados con él. Les gusta ponerse camisetas o sudaderas con un diseño que hace alusión a su serie de dibujos animados preferida o a su equipo de futbol.
Si vemos que lo que nos propone no es adecuado. Porque la prenda es de mala calidad o porque es demasiado cara, es bueno establecer una negociación con el niño, que lo entienda y llegar a un acuerdo para buscar otra prenda de vestir.
Busca prendas versátiles.
Como hemos dicho antes, los niños crecen muy rápido. Esto hace que la vida útil de una prenda de vestir se limite a un año o como mucho dos. De poco nos sirve que le compremos unos pantalones o un vestido muy elegante que solo se lo va a poder poner un par de ocasiones.
Debemos buscar prendas que, por el color y el diseño, las podamos combinar con otras. Que aunque en un principio la tengamos reservada para momentos especiales, se la pueda poner a diario sin que desentone.
En la moda infantil triunfa el estilo “urban”. Ropa casual con inspiración deportiva. Aparte de que es una ropa cómoda y colorida, se vende bastante por razones prácticas. Es una moda versátil que combinándola bien con otras prendas. Igual se pueden poner para salir una tarde de paseo con los padres que para ir un día de diario al colegio.
Al final, eso es lo que buscamos. Que la ropa de nuestros hijos la puedan gastar todo el tiempo que puedan.
Atiende a la seguridad.
Cuando los niños son pequeños hay determinados elementos de la ropa que pueden entrañar peligro. Como botones cosidos que se les pueden caer y metérselos en la boca o cordeles con los que pueden estrangular alguna parte de su cuerpo. Estos son elementos que debemos evitar.
Debemos usar cierres y ajustes que puedan manipular ellos y que les resulten cómodos. Por ejemplo, respecto a chaquetas y sudaderas, siempre son más prácticas las cremalleras que los botones. Si usamos prendas con botones, es preferible utilizar botones automáticos. Que se cierren con un clic, en lugar de usar los clásicos botones que se han de pasar por ojales. Las cinturillas elásticas son muy prácticas. Hacen que la ropa se les ajuste a la cintura sin que se les caiga, a pesar del movimiento. No les oprime, ni les hace daño.
Un elemento bastante seguro, tanto en el calzado como en la ropa, es el velcro. Hay padres que prefieren ponerles a sus hijos zapatos y deportivas con cordones y enseñarles a atárselos. Es bueno para que los niños ganen autonomía, pero lo cierto es que el velcro produce menos accidentes que los cordones. No hay riesgo de que se lo pisen y se caigan al suelo.
Valora la relación calidad-precio.
Cuando los padres tenemos que comprarles ropa a los niños a menudo, una cosa que solemos mirar siempre es el precio. Quedarnos solo en el dinero que nos vamos a gastar es un error.
Debemos mirar la calidad y cotejarla con el precio. Por las características de los niños, su ropa debe ser resistente. Debe soportar el trote diario. Que resista su estilo de vida. Su movilidad y sus juegos. Pero también la limpieza habitual. Que no se encoja cuando la metemos en la lavadora y que no vaya perdiendo el color con los lavados y el sol.
Ya que invertimos dinero en la ropa de los niños, debemos buscar que las prendas estén en las mejores condiciones posibles el tiempo que la vayan a gastar.
Como se dice popularmente, lo barato sale caro. Si por ahorrarnos unos euros le compramos al niño unos pantalones que se le rajan a las dos semanas, de poco nos ha servido la compra.
Con todo lo que hemos visto en este artículo, si lo tienes en cuenta, conseguirás que tus hijos se sientan a gusto con la ropa que le has comprado y te ahorras algunos quebraderos de cabeza.