Sesiones newborn, qué son y por qué están de moda.

Los primeros días de vida de un bebé son un tiempo mágico y efímero, que pasa volando y que las familias quieren guardar para siempre. Esa fragilidad, ese tamaño diminuto y esa ternura especial sólo se pueden capturar en momentos muy concretos: por eso, las sesiones newborn, es decir, las sesiones fotográficas realizadas durante los primeros días del bebé, se han convertido en una tendencia muy popular y apreciada.

Cada vez son más las familias que buscan inmortalizar ese instante único, en el que el bebé parece un pequeño angelito dormido, para conservar ese recuerdo de por vida.

Pero, ¿en qué consisten exactamente estas sesiones? ¿Qué las hace tan especiales y por qué están tan de moda en los últimos años? Vamos a verlo.

¿Qué es una sesión newborn?

Según nos explica la experta en fotos de bebés Paqui Sirvent, una sesión newborn es una sesión fotográfica profesional dedicada exclusivamente a bebés recién nacidos, normalmente realizados entre los primeros 10 y 15 días de vida. La razón por la que se recomienda realizar la sesión durante este corto periodo es porque en esas fechas el bebé aún pasa la mayor parte del tiempo dormido y se muestra más flexible para colocarlo en posturas muy tiernas y seguras, que no sería posible captar después. Además, el bebé todavía conserva esos rasgos tan especiales que sólo se aprecian en los primeros días: su piel suave, sus manitas diminutas, y esa expresión tan dulce e inocente.

Dichas sesiones se realizan en ambientes cálidos y muy tranquilos para que el bebé esté cómodo y relajado. Los fotógrafos especializados en este tipo de sesiones suelen crear un entorno íntimo y acogedor, donde el bebé puede estar envuelto en mantitas suaves, con gorritos o con pequeños complementos que potencien esa sensación de ternura. Además, es habitual que se realicen varias tomas con distintas poses y accesorios, para que las familias puedan elegir las fotos que mejor reflejen ese momento tan especial.

El encanto de las sesiones newborn.

¿Qué es lo que hace que estas fotos sean tan especiales y que conecten tanto con las emociones de los padres? La respuesta está en la esencia misma de la infancia: la inocencia, la vulnerabilidad y la pureza que se ven en cada imagen.

Cuando una familia recibe las fotografías tomadas, está contemplando un momento que ya nunca se repetirá. La expresión de un bebé dormido, sus dedos enroscados, esa carita arrugada de sueño, transmiten emociones profundas que llegan directamente al corazón.

Además, para muchos padres, ver esas fotos ayuda a conectar aún más con su bebé, reforzando el cariño y la protección que sienten por él. Es como un ancla de recuerdos en un mar de cambios y emociones intensas que conlleva la llegada de un recién nacido.

Las sesiones newborn también ofrecen la oportunidad de capturar detalles que muchas veces pasan desapercibidos: el tamaño de los pies, las pestañas finas, la textura de la piel, o la ternura de una manita que agarra el dedo de mamá o papá. Todo esto contribuye a crear un retrato muy completo y lleno de significado.

¿Por qué están de moda?

La popularidad de este tipo de sesiones ha crecido mucho en los últimos años, y no es casualidad. Hay varios factores que han influido en esta tendencia, que hoy se ha convertido en algo casi habitual en muchas familias:

En primer lugar, la profesionalización de la fotografía especializada en bebés ha crecido notablemente. Hoy en día hay fotógrafos que se han formado y dedicado especialmente a este tipo de retratos, lo que garantiza que el trabajo sea respetuoso, seguro y artístico. Además, la tecnología digital ha mejorado mucho, facilitando la captura de imágenes con gran calidad y detalles impresionantes.

Otro aspecto que ha impulsado esta moda es el auge de las redes sociales como Instagram o Pinterest. Estas plataformas están llenas de imágenes inspiradoras y creativas que muestran sesiones newborn con estilos muy cuidados y originales, y son muchas las familias que descubren Por otro lado, cada sesión de recién nacido se adapta a la familia, al estilo de los padres y a las particularidades del bebé, con fondos, colores, accesorios, e incluso con la inclusión de hermanos o padres en las fotos, y la personalización siempre es un aspecto que ayuda a que algo se ponga de moda, ya que se amolda para crear un recuerdo auténtico y único.

Por último, la importancia creciente que se da a la salud emocional y a los vínculos afectivos hace que las familias valoren cada vez más tener recuerdos tangibles de esos primeros momentos, especialmente cuando los bebés crecen muy rápido.

¿Cómo prepararse para una sesión newborn?

Si estás pensando en hacer una de estas lindas sesiones para tu bebé, es fundamental preparar todo con tiempo y tranquilidad para que la experiencia sea lo más agradable posible para todos.

Lo primero es reservar con anticipación. Los fotógrafos especializados suelen tener una agenda muy apretada, y como la sesión debe hacerse en una ventana temporal muy concreta (los primeros 10-15 días), es recomendable contactar con el profesional antes del parto o justo después.

Asimismo, es importante asegurarse de elegir un fotógrafo que tenga experiencia en este tipo de sesiones fotográficas, que cuente con un espacio adecuado, cálido y seguro, y que te genere confianza. Para cerciorarte siempre puedes preguntar por el tipo de accesorios que utilizan, si tienen referencias o ejemplos de su trabajo.

El día de la sesión, es bueno que el bebé esté lo más tranquilo posible. Normalmente, se recomienda llegar justo después de una toma de alimento para que el bebé esté saciado y más propenso a dormir. También es útil que el bebé vaya vestido con ropa cómoda y fácil de quitar, para facilitar el cambio de mantitas y poses.

En cuanto a la casa o al estudio, deben estar a una temperatura agradable, porque los bebés suelen estar sin ropa o con poca ropa durante la sesión. Llevar mantitas suaves, chupetes o juguetes preferidos puede ayudar a que el bebé esté más relajado.

Por último, hay que tener paciencia y entender que la sesión puede durar varias horas, ya que el bebé necesita pausas para comer, descansar y cambiarse. El profesional debe respetar los tiempos del bebé para que todo transcurra de forma natural y segura.

Seguridad y profesionalidad.

Uno de los aspectos más importantes en este tipo de sesiones, es la seguridad del bebé. Hay que tener cuidado: no todos los fotógrafos están preparados para trabajar con recién nacidos, ya que requieren cuidados especiales y conocimientos sobre cómo manejar al bebé sin causarle ningún tipo de molestia o riesgo. Por eso aconsejamos trabajar con profesionales especializados.

Ellos saben cómo colocar al bebé en posturas seguras, utilizando soportes y técnicas que protegen la columna y las articulaciones. Además, trabajan en espacios adecuados y limpios, y cuentan con el material necesario para que el bebé esté siempre cómodo.

Antes de realizar la sesión, el fotógrafo suele explicar a los padres las medidas de seguridad y resolver cualquier duda, lo cual genera tranquilidad y confianza, porque la seguridad del bebé es lo más importante.

Es recomendable no hacer sesiones con fotógrafos sin experiencia o en condiciones que no garantizan la higiene y la seguridad, ya que el bebé es muy delicado en esos primeros días.

Ideas y estilos que puedes tener en cuenta para tu sesión.

  • Bebés envueltos en mantas de colores pastel, para dar una sensación de calma y suavidad.
  • Fotos en cestas o cajitas decoradas, que resaltan el tamaño diminuto del bebé y aportan un toque artesanal.
  • Uso de gorritos, diademas o pequeños complementos hechos a mano que aportan ternura y personalización.
  • Fotos en blanco y negro, que realzan las formas y las sombras para dar un toque artístico.
  • Imágenes de detalles, como las manos, los pies, las pestañas, o la carita del bebé.
  • Inclusión de los padres o hermanos, para reflejar la conexión familiar y el amor que rodea al bebé.
  • Escenarios naturales, con materiales como lana, algodón, o elementos botánicos que aportan textura y calidez.

Beneficios emocionales para la familia.

Si buscas beneficios para ti y tu familia al hacer estas sesiones, te podemos decir que hay muchos, y no sólo nos referimos al hecho de tener una foto de tu bebé: más allá de la belleza estética, las sesiones fotográficas de tu recién nacido guardan un enorme valor emocional para las familias. Capturar esos primeros días permite a los padres revivir una etapa que, aunque intensa, pasa muy rápido.

En este contexto, las fotografías se convierten en un punto de unión, en un recuerdo que pueden compartir con el bebé cuando crezca y con otros familiares. Además, ayudan a fortalecer el vínculo afectivo y a expresar el amor incondicional que sienten por su hijo.

Además, muchas veces, ver esas imágenes (sobre todo en momentos difíciles o cuando los días de cansancio y cambios se hacen más duros) trae paz y alegría, y tener un recuerdo tangible de ese amor supone una fuente de esperanza y felicidad.

Comparte este artículo
Facebook
Twitter
LinkedIn
Más comentadas