Hablemos de las carillas dentales.

Si alguna vez te has mirado al espejo y has pensado “ojalá mis dientes fueran un poco más blancos, más rectos o más bonitos”, estás dentro del club de las que hemos fantaseado con una sonrisa de cine. Por eso, en esta ocasión vengo a hablarte con total honestidad de algo que cada vez está más de moda: las carillas dentales, esas que solo son para los famosos ¿No? Pues créeme: eso no es así, porque ahora la gente como tú y como yo también podemos ponernos carillas.

Pero, ojo: como todo en la vida, no es oro todo lo que reluce. Se tiende mucho a romantizar esta opción estética y a idealizarla porque la llevan los famosos, pero ¿y si te dijera que también tiene sus inconvenientes, y que los propios famosos las sufren?

Vamos a documentarnos juntas, porque si estás pensando en hacerte un cambio de sonrisa, te interesa saber todo lo que sé (y lo que he investigado a fondo) sobre las carillas. Te prometo que al final tendrás una visión clara para decidir si esto es para ti… o no.

¡Empezamos!

Conociendo el concepto.

Las carillas dentales son unas finas láminas de cerámica o composite que se adhieren a la parte frontal del diente para modificar su forma, tamaño, color o alineación. Piensa en ellas como una especie de “pegatina” o “cáscara” que cubre la cara visible del diente. De esta forma, no sustituyen al diente, como ocurre con los implantes ¡Sino que lo embellecen!

Se utilizan muchísimo para corregir imperfecciones como manchas que no se eliminan con blanqueamientos, dientes ligeramente torcidos, pequeños espacios entre piezas, desgastes, fracturas o dientes desiguales, y las hay de varios tipos:

  • Carillas de porcelana.

Son las más conocidas y las más resistentes. Se elaboran en un laboratorio dental a medida, y luego se cementan al diente. Duran muchos años (entre 10 y 15 si las cuidas bien) y no cambian de color con el tiempo, lo cual es un plus si bebes café o vino tinto. Sin embargo, cabe destacar que también son las más caras y requieren un mínimo tallado del diente natural.

  • Carillas de composite.

Estás son más baratas y rápidas de colocar, ya que se pueden hacer directamente en clínica, en una sola sesión, y están fabricadas de composite, un material estético parecido al que se usa para los empastes blancos. Son menos resistentes que las de cerámica y pueden pigmentarse con el tiempo, pero tienen la ventaja de que se pueden reparar si se fracturan.

  • Micro carillas o carillas sin tallado.

Las carillas ya de por sí son pequeñas, porque están hechas para cubrir un diente, pero, ¿sabías que las micro carillas son aún más pequeñas? ¡Según la Clínica Puerta de Alcalá son ultrafinas, a veces, incluso de menos de 0,3 mm! Aún me sigue pareciendo increíble.

Se colocan sin necesidad de tallar el diente o con un tallado mínimo, y están muy recomendadas para las personas que quieren un cambio suave y natural, sin perder su estructura dental. No todos los dentistas las ofrecen, ya que requieren muchísima precisión y experiencia, pero cuando están bien hechas, el resultado es espectacular.

¿Y los famosos? ¿Quién lleva carillas?

Este tema da para una galería entera, créeme. Muchas famosas han transformado su sonrisa gracias a las carillas, y si prestas atención, lo notarás. Algunos ejemplos conocidos son:

  • Cristiano Ronaldo, cuyo antes y después dental es uno de los más comentados.
  • Miley Cyrus, que pasó de una sonrisa desalineada a unos dientes perfectamente blancos y alineados.
  • Blanca Suárez, con un cambio sutil pero muy logrado.
  • Dua Lipa, quien ha optado por mantener su diastema, pero no se descarta que haya recurrido a algún tipo de carilla ultrafina.
  • Celine Dion y Tom Cruise también se han hecho retoques dentales que, según se dice, incluyen carillas.

Lo curioso es que muchas veces ni nos damos cuenta de que llevan carillas, y eso habla muy bien del trabajo bien hecho: cuando una sonrisa no grita “soy falsa”, sino que luce natural y armónica.

Ventajas de las carillas dentales.

Te voy a ser muy clara: las carillas pueden ser una maravilla, y por ello hay razones muy potentes por las que tanta gente las elige:

  • Transforman la sonrisa de forma inmediata.

En pocas sesiones puedes pasar de unos dientes irregulares a una sonrisa de portada.

  • Durabilidad.

Especialmente las de porcelana, que pueden durar más de una década con buenos cuidados.

  • Resultados muy naturales.

Si están bien hechas, nadie notará que las llevas.

  • No requieren cirugía ni anestesia general.

Son procedimientos mínimamente invasivos.

  • Solución estética rápida.

En lugar de ortodoncia, blanqueamientos y reconstrucciones por separado, se puede lograr todo en uno. Y, por supuesto, el impacto que tiene en la autoestima no se puede subestimar; muchas personas vuelven a sonreír sin taparse la boca, a disfrutar de las fotos, y a hablar con seguridad.

Contras que hay que tener en cuenta.

Ahora bien, no todo es tan perfecto. Las carillas también tienen sus peros, y es justo contarlos:

  • ¡Son muy caras!

Las carillas de porcelana pueden costar entre 400 y 900 € por pieza. Y por lo general, no se hace una sin más, ya que normalmente se trabaja al menos toda la parte visible al sonreír (entre 6 y 10 dientes). El precio final puede ser similar al de un tratamiento de ortodoncia completo, así que conviene plantearlo como una inversión a largo plazo.

  • Requieren mucho mantenimiento.

Aunque duran, no son eternas. Algunas pueden mancharse, romperse o despegarse si no se cuidan bien. Por ejemplo, morder con fuerza, fumar o llevar una higiene pobre puede acortar muchísimo su vida útil.

  • Tienen que cambiarse con el tiempo.

Especialmente las de composite, que se deterioran antes. A menudo pierden brillo, se pigmentan y pueden necesitar retoques cada pocos años, lo que significa que deberás volver a pasar por el sillón del dentista y gastarte más dinero.

  • Pueden generar sensibilidad.

…sobre todo si hay que tallar el diente natural. Además, a algunas personas les cuesta adaptarse al cambio o sienten sensibilidad al frío y al calor durante un tiempo. En la mayoría de casos es temporal, pero conviene saberlo.

  • No están indicadas para todo el mundo.

Si tienes problemas de encías, bruxismo severo o el esmalte dañado, puede que no seas candidata. También es importante que tengas unos dientes y encías saludables antes del procedimiento. Las carillas no solucionan enfermedades dentales ¡Solo las tapan!

Y uno muy importante: el cambio es irreversible si se tallan los dientes, algo que suele ser necesario con las carillas tradicionales. Ese desgaste del esmalte no se puede recuperar, así que, si con el tiempo decides quitártelas, tus dientes naturales no estarán igual. Por eso, muchas personas prefieren usar micro carillas, porque es una opción que mejora la estética sin tener que tocar apenas la estructura dental.

También hay quien, tras un tiempo, se arrepiente del resultado, porque se ven demasiado artificiales, no se acostumbran al cambio, o porque el mantenimiento les resulta más engorroso de lo que imaginaban. Por eso recuerda: más que dejarte llevar por una moda, lo mejor es hacerlo solo si lo tienes muy claro y con un profesional que entienda tu estilo.

¿Para quién están indicadas?

Si tras leer este artículo estás interesada y los contras no son nada para ti ¡Seguimos adelante! Aunque, es importante aclarar que, como todo procedimiento dental, no está indicado para todo el mundo. Es importante tener en cuenta que las carillas son una solución adecuada para ti si:

  • Tienes los dientes desgastados, manchados o con forma irregular.
  • No quieres (o no puedes) llevar ortodoncia, pero buscas una sonrisa más alineada visualmente.
  • Sientes que tus dientes no reflejan lo que eres: te ves apagada o mayor cuando sonríes.
  • Buscas una solución para mejorar tu físico sin pasar por mil tratamientos diferentes.

¿Y qué hay de los cuidados?

Recuerda que, una vez puestas, las carillas requieren algunos cuidados básicos para que duren mucho tiempo:

  • Evita morder cosas duras como hielo, bolígrafos o frutos secos con cáscara.
  • Limpia bien entre los dientes: el uso de hilo dental y cepillos interdentales es vital.
  • No fumes: además de manchar, puede afectar a tus encías.
  • Visita al dentista cada 6 meses para comprobar que todo sigue en orden.
  • ¡Cuidado con el bruxismo! Si aprietas los dientes por la noche, necesitarás una férula de descarga para protegerlas.

Mi opinión personal.

Siento que vivimos en una época donde todo parece fácil y rápido, pero no todo es tan sencillo. He visto sonrisas que se ven increíbles… y otras que se ven completamente artificiales. Por eso es tan importante no guiarse solo por las fotos de Instagram o los antes y después espectaculares.

Ponte guapa, sí. Hazlo por ti, pero con conocimiento, porque al final, una sonrisa de verdad dependerá siempre de lo segura que te sientas al mostrarla tras la decisión que tomaste ¡No lo olvides!

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