Cada vez hay una mayor cantidad de personas ancianas en España y en buena parte de los países desarrollados en todo el mundo. Es un patrón que se viene repitiendo y que, además, se va a ver incrementado en los próximos años, sobre todo en una España que tiene a la generación más numerosa del siglo XX a las puertas de la jubilación. No cabe la menor duda de que hay que adaptarse a las nuevas necesidades que se desprenden de esta cuestión y que la sociedad debe brindar a estas personas la máxima de las ayudas para impedir que el paso del tiempo les afecte en demasía.
Ya sabemos que uno de los principales problemas que presentan las personas que alcanzan una determinada edad es el de la movilidad. Cada día se tienen más problemas para caminar con normalidad, se debe reducir el paso y primar más otros aspectos como la comodidad y la seguridad. Está claro que es una decisión lógica y que tiene una influencia positiva en nuestra vida. Y es que no podemos intentar hacer cosas que muchachos y muchachas de 20 años cuando ya tenemos 65. Nos exponemos a demasiados riesgos si lo hacemos.
El número de personas con problemas de movilidad ha crecido en España de un tiempo a esta parte. En una información, eldiario.es aseguraba que 100.000 personas de las que cuentan con movilidad reducida en España no salen nunca de casa a causa de tener problemas de movilidad. Es un dato desgarrador y ante el que debemos mostrar toda la empatía del mundo. Imaginaos lo que tiene que ser no poder salir de casa a causa de esos problemas de movilidad que nos van a impedir disfrutar del ambiente de la calle y del respiro que nos ocasiona.
Está claro que hay que promover cualquier cuestión que haga la vida mucho más fácil a este tipo de personas, personas que no han parado de trabajar a lo largo de toda su vida y que, ahora que pueden disfrutar de la vida, se han encontrado con que su cuerpo empieza a decir basta. Nosotros no tenemos la culpa de que eso sea así, pero sí que podemos hacer posible que todo el mundo tenga la posibilidad, si lo necesita, de obtener una solución. Esa debe ser la manera de agradecerles a nuestros mayores todo lo que han hecho por nosotros.
El cuidado de todas las personas con problemas de movilidad es responsabilidad de la sociedad en la que estas se encuentran. Y, por fortuna, podríamos decir que la sociedad se ha mentalizado y concienciado al respecto. Buena prueba de ello es el hecho de que ha crecido el número de personas que adquieren camas articuladas y grúas de transferencia de personas, según lo que nos han indicado los profesionales de Cuidaria. Desde luego, no cabe la menor duda de que este ejercicio de responsabilidad para con las personas que presentan problemas de movilidad es uno de los asuntos que más nos deben enorgullecer y los que deben marcar el día a día de nuestra sociedad.
No estamos hablando solo de personas mayores
Si tendemos a pensar que son las personas mayores las que sufren problemas de movilidad, nos estaremos equivocando. Es cierto que la mayoría de la población que sufre problemas de movilidad son ancianas, pero también hay gente joven o de mediana edad que sufren enfermedades o accidentes que, por desgracia, terminan provocando desventajas para sus cuerpos. Es una verdadera lástima que así sea y lo importante es que la sociedad les pueda proporcionar una ayuda necesaria para combatir sus problemas de la mejor manera posible.
Ni que decir tiene que no es fácil, y menos para una persona joven, enfrentarse a una situación así. Y está claro que hay que hacer todo lo posible por conseguir que esas personas y las que les rodean, que son quienes las cuidan, consigan una mejora sustancial en su calidad de vida. En España, poco a poco, lo estamos haciendo posible. Pero es verdad que todavía falta camino por recorrer. La labor de todos y todas es hacer que ese camino sea cada vez más pequeño. No es fácil, pero se puede conseguir.
Vivimos en una sociedad en la que todo el mundo debe tener su hueco y en la que nadie se tiene que sentir desplazado. Y una de las maneras más poderosas de conseguirlo es haciendo posible que incluso las personas con movilidad reducida se puedan desplazar a determinados actos o que puedan pisar la calle, aunque sea con ayuda de otras personas. Todos y todas vamos a llegar a mayores y necesitaremos el mejor de los cuidados cuando llegue ese momento. Así que esta lucha nos concierne a todas las personas que integramos esta sociedad.