Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor. Quizás sea algo que podamos aplicar al mundo de la música, del cine, del deporte o incluso de las relaciones sociales. Pero hay en otros aspectos de la vida donde no podemos pensar así. Gracias a la tecnología se han logrado importantes avances en sectores como la informática, la sanidad, la automoción, o la economía. Y hoy, aprovecho este artículo para hablar de algo que si perteneces a la generación EGB seguro que te suena: el famoso aparato, o lo que es lo mismo, la ortodoncia.
Los que la hemos padecido sabemos lo que significa llevar unos hierros en tu boca, y que seas insultada por los más malotes de tu clase. Pues bien, 40 años después, esto ya no es lo que era. Al revés, los tratamientos han avanzando tanto que ahora mismo hasta una ortodoncia te puede quedar bien. Siempre y cuando logres descifrar que la llevas, porque las hay hasta invisibles. Aunque es cierto que lo mejor llega después, cuando te quitas el aparato y compruebas que tienes una dentadura perfecta, algo así como la de las artistas del cine. Y será algo que dure para toda la vida.
Aunque siempre consideramos la parte estética de tener aparato, es decir, que tengamos una dentadura correcta, no debemos olvidar que es fundamental morder de manera correcta y cuidar tanto de nuestra salud oral como de la general. La malposición dentaria podría complicar la rutina de higiene oral e incluso que se pudiese llegar a un estado de pérdida dental después de padecer caries o enfermedad periodontal, por lo que en ocasiones es esencial someterse a un tratamiento de ortodoncia. Llamamos a la puerta de la clínica dental Plaza Prosperidad para que nos cuenten todos los tratamientos que podemos tener al alcance de nuestros dientes.
Antes de sentarnos en el sillón del dentista, tenemos que saber que la ortodoncia es la rama de la Odontología que se encarga de estudiar, prevenir, diagnosticar y tratar este tipo de anomalías. Este tratamiento oral puede abarcar cualquier etapa de la vida de la persona, siempre y cuando el paciente reúna una serie de condiciones. Por eso lo mejor es ponerse en manos de profesionales del sector, y ya sabes que en España tenemos muchos.
Brackets convencionales metálicos
Se trata de aparatos fijos fabricados en metal. Entre sus ventajas encontramos la eficacia en la mayoría de los problemas dentales, ya que ejercen presión en cada una de las piezas dentales y corrigen los problemas de mordida y alineamiento, así como su asequibilidad.
Brackets de autoligado
También conocidos como sistema Damon, esta ortodoncia es muy similar a los brackets convencionales, pero tiene menos fricción. Esto quiere decir que los resultados serán más rápidos. Además, son más cómodos para el paciente, porque suelen necesitar menos aditamentos y menos tiempo de consulta del ortodoncista, tal y como nos indican los profesionales de la clínica dental Plaza Prosperidad.
Brackets estéticos
Los materiales de este tipo de ortodoncia pueden ser el zafiro, el circonio o el plástico. En Clínica Dental Plaza Prosperidad piensan que la mejor elección son los de zafiro, ya que son los que no se tiñen, imitan casi a la perfección la tonalidad del esmalte dental y son más resistentes.
Ortodoncia invisible
La ortodoncia invisible consiste en unas fundas removibles transparentes que el paciente se cambia cada 10-15 días y que van moviendo las piezas dentales según una planificación virtual. Al poder quitarse, permiten una rutina de higiene oral completa. Este sistema supera con diferencia a los brackets en cuanto a estética, comodidad y limpieza, siendo considerado el futuro de la ortodoncia.
Ortodoncia lingual
Por último, la ortodoncia lingual es la técnica más estética, ya que el aparato ortodóncico se coloca en la cara interna del diente. Aunque no suena muy confortable para la lengua, es el sistema de ortodoncia más discreto, para aquellos que valoran en mayor medida la apariencia de su sonrisa.
Siempre hay dudas de saber a qué edad se puede poner una ortodoncia, pues bien, déjate aconsejar por los profesionales, pero ya te adelanto que no hay edad ni por arriba ni por abajo. Todo es cuestión de la necesidad que se tenga.
Ya has visto que gracias a la ortodoncia podrás mejorar la posición, función y estética de tus piezas dentales, consiguiendo que tus dientes y encías luzcan más saludables y bonitos. Nada que ver con lo que existía hace años y que otros y otras tuvimos que padecer. Además, ¡incrementará tu calidad de vida y volverás a sonreír sin complejos!