En las últimas semanas, hemos asistido a un intenso debate acerca de la calidad de la sanidad en España como consecuencia de la manifestación que hubo en Madrid el pasado 13 de noviembre. Ese es un tema tan importante como el que os traemos hoy y que siempre suele salir a la luz tras hablar de la sanidad: la educación. Sin duda, esta es una de las grandes necesidades de toda nación que se precie. Sin ella, está claro que nos falta una pieza fundamental en la construcción de una sociedad libre, que es una de las características que han de ser inherentes a cualquier democracia.
La educación es uno de los aspectos que siempre hemos tratado de cuidar con mimo en España. En los últimos años, este aspecto también ha estado en el centro del debate y no nos cabe la menor duda de que eso siempre es positivo puesto que una sociedad que es crítica con sus servicios públicos siempre consigue que estos mejoren. Ni que decir tiene que, en España, ha habido motivos para criticar la calidad de la educación en algunas ocasiones, pero podemos decir que, en la actualidad, disponemos de una educación de primera línea.
También existe un debate al respecto de qué organización es mejor, si la de la enseñanza primaria o la de la secundaria. Cada cual, como es lógico, puede pensar lo que estime oportuno, pero no cabe la menor duda de que las dos han avanzado de una manera considerable. Y lo han hecho, sin duda, gracias a lo que está relacionado con la tecnología, que sin duda es un arma de las que necesitamos en un aspecto de tanta relevancia como lo es la educación. El disponer de elementos informáticos y tecnológicos de última generación permite un aprendizaje mucho más eficaz y, sobre todo, un aprendizaje que es mucho más apto para la sociedad en la que nos movemos a día de hoy.
Al igual que la tecnología ha sido de especial importancia para potenciar el aprendizaje en las aulas, también ha tenido un papel destacado en todo lo que tiene que ver con la preparación de los profesores y profesoras. Desde Preparadores Valladolid nos han indicado que contar con esos elementos tecnológicos, como lo son una tablet o un portátil, son indispensables a la hora de preparar una oposición y disponer de una cantidad de opciones interesante para superarla.
Si os habéis preparado una oposición alguna vez, aunque no tenga nada que ver con el plano educativo, seguramente seáis conscientes de lo que os estamos comentando. Si no contamos con aparatos que nos hagan la vida más sencilla y la adquisición de conocimientos más fácil, es imposible superar una prueba tan exigente como lo es una oposición, una prueba que, por otra parte, puede condicionar para bien nuestra vida al proporcionarnos una oportunidad laboral que no vamos a dejar de tener atada hasta el mismo momento de nuestra jubilación. Esto es lo más parecido a un tesoro que vamos a poder encontrar en la vida mundana.
Aumenta el número de profesores, bajan las ratios
En los últimos tiempos, además de lo que venimos indicando en materia tecnológica, hay que destacar que en muchos lugares se está potenciando el número de profesores para que las ratios en las aulas se reduzcan. Es lo que indica una noticia que fue publicada en la página web del diario El Mundo y que aseguraba que, para el curso que se encuentra en vigor, la Comunidad de Madrid iba a incorporar a 1.266 profesores mientras que se iban a mantener 2.120 profesores de refuerzo. Ni que decir tiene que esa es una gran noticia para la educación madrileña y nacional.
En un estudio que os enlazamos a continuación y que es firmado por el portal web Statista se habla del número total de alumnos que hay en cada curso de la ESO en España. En los centros públicos, se supera el millón de personas, mientras que en los privados se sobrepasa la barrera de las 600.000. Existe, por tanto, una gran cantidad de personas que se encuentra en una etapa formativa tan importante como la Secundaria y en la que por tanto se requieren de profesores y profesoras de la máxima calidad.
Estamos seguros de que, en nuestro país, hay mimbres de sobra para constituir una educación de calidad. Ya la hemos tenido durante muchos años y lo cierto es que la seguimos teniendo, pero merece la pena seguir invirtiendo en hacer posible que siga siendo una realidad. Una realidad que debemos conservar a toda costa y que es sinónimo de libertad, de adquisición de valores y de, en definitiva, un futuro mucho mejor para todos y todas.